viernes, 15 de mayo de 2009

Reflexiones 2.0


Si hace unos pocos años hubiéramos teletransportado a alguien del siglo XVIII a nuestros días, se habría quedado absorto con el cambio experimentado por la mayoría de las profesiones.
Pero si lo llevásemos a un aula, la diferencia que notaría sería menor. El maestro en la tarima, la pizarra, interrogaciones a los alunos, mandar deberes, corregirlos, examinar, recreo...
Creo que hoy eso está cambiando con la aportación de las herramientas con las que puede contar el docente.
Pero es necesario un proceso de deconstrucción derriniana de los sistemas y procedimientos docentes, para sacar el máximo provecho a estas herramientas.
Foros, chats, wikis, blogs, webminars y demás, están muy bien sí, pero si sabemos emplearlas adecuadamente.
Recuerdo una vez que estaba planteando esto a mis alumnos en clase, y la discusión era sobre el uso de Power Point en el aula.
Les matizaba esto mismo que he referido antes.
Pues bien, un alumno comentó que él era profesor de matemáticas e impartía las clases de resolución de integrales con Power Point.
¿Que imagen tenemos del profesor de matemáticas? Pizarra y tiza, hacer desarrollos, tachar, borrar...
Pues esa adaptación a las herramientas debe ser racional. Que las herramientas no nos cieguen y no nos dejen ver el bosque.
Son un medio y no un fin. Y son un medio más, no el único.
No tiremos lo bueno porque haya algo mejor; siempre podrá servirnos para lograr algún fin.
Las generaciones bit no son de Gutemberg como nosotros, lineales y de letra escrita. Son multidireccionales en tiempo y espacio y devoradores de imagen y audio más que de texto.
Tenemos que adaptar las metodologías a esas características del estudiante, pues su forma de pensar es distinta.
He leido que incluso se pueden estar produciendo cambios físicos en las conexiones sinápticas de la red neuronal en esta generación.
Es bueno utilizar las herramientas adaptadas a esos cambios.
Suponen un gran paso en la democratización del conocimiento.
Con la videoconferencia nos podemos aproximar bastante a la presencialidad, sin límite de distancia.
Con los wikis podemos estimular el trabajo en grupo, la investigación, la construcción común del conocimiento y el espíritu crítico.
Los foros obligan al estudiante a reflexionar y buscar información sobre cuestiones planteadas y con los chats podemos aclarar, circunstancialmente, algún concepto no claro o establecer una comunicación de tipo más informal.
En definitiva, cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa.
¿O no?

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